Félix Salgado
Fidel Flores P.
Desde Acapulco, Félix soñaba diario
ser gobernador con respaldo del erario.
Mas nunca imaginó regresar a ultratumba
con la recia tunda que le propinó el voto.
En vida muerto, Macedonio añora su paraíso
de trapacerías y placeres; agoniza
sin remedio de depresión.
Tu penar no será el bote, menos el panteón,
pero tampoco el manicomio, le dijo la Catrina.
En apego a tu devoción ésta será tu ruta.
Seguirás con tu triste vida de putas,
hasta fallecer en tu moto de aflicción.
viernes, 24 de octubre de 2008
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