Fidel Flores P.
En vigorizante elíxir bien
refrescante nadar es sobrevivencia.
Como chicharrón tronado andar
sin que importe el qué dirán.
Menos ser fijado si la familia,
desatendida, perece,
o si la cirrosis apacigua el brío.
Pero llegar al panteón con cisterna
cangurera rebosante de jaibol,
eso sí es resurrección.
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