Gustavo Salazar A.
Galardones de la maldición
vayan a lo más hondo del mar
para salir nunca jamás,
sean lirios y aves de armonía.
Su encanto deslumbra y carcome,
ácido de sonrisas y corazones
que disuelve el mañana
en olas crecientes de rencores.
Empedradas las calles de muerte,
la sangre es torrente de odios,
envenena el aire y la mente,
y ultima sin recato cantos y danzas
y festina en letrinas el adiós,
larga ausencia de la esperanza.
martes, 20 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario