Gustavo Salazar A
Si de la rosa su fragancia
gozar ya no se puede,
de cabalgata de locura
y delirio nada importa.
Me dio la vida y una mujer,
afanosa y candorosa rosa.
Una familia también,
diamantes por encima de desaires.
Si la tiniebla ante la luz muere,
y si el dolor sucumbe ante el perdón,
frente a la muerte, de amor la vida,
porque la amargura desfallece amando
la locura y el delirio, honra y gloria
al hombre que el nombre él le dio.
domingo, 6 de septiembre de 2009
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