Gustavo Salazar A
Ese hombrecito -menudo tamañito-
con el pecho inflamado y cara al infinito
en el estado anda y corre
con el fardo del cargo a cuestas
sin despego de su Biblia las encuestas.
Con el infierno en la frente
gránulos de sesos chorrea y azorado,
como Juan sin suerte, inerte,
jefe de membrete de agrado.
Sin ton ni corazón desata de teclado
danza loca, con los ojos incrustados
en el monitor a madre soltera chatea:
revolcón o inmediata renuncia sea.
Y gasta así sus días ese gutierritos
de cansinos pasos, acariciando, claro que sí,
el cochinito que hincha pian pianito
con la cantaleta de la crisis:
¡Bendita para mí!
lunes, 28 de diciembre de 2009
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