Gustavo Salazar A
Ya llega la Navidad,
ni pan ni paz para la fiesta
si domeña cruel adversidad.
Las inacabables crisis y los rancios enconos
como vientos helados azotan en la cara,
nos congelan el alma y nublan la razón;
el odio, el egoísmo y la indiferencia
nos crecen como diario carnaval de terror.
Para festejar tenemos pues, sino llanto, dolor,
extravío y miseria, condensada en gran pena
de rabia y perdón, de impotencia y venganza
encapsuladas en espectáculo de diversión.
Sirvan pues platos vastos de optimismo, alegría
y amor, con vasos derramados de cordial licor
y de postre abrazos para ti, tu familia
y para todos, siempre lo mejor de lo mejor.
martes, 22 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario