domingo, 6 de junio de 2010

Noche de pesadilla

Gustavo Salazar A

Rompe el cuchicheo
de la madrugada
el ladrar de la jauría,
no anuncia amores
de regaño o el desaire,
son quejidos de temores,
de sombras que parten
al olvido del bullicio.

La noche avanza
entre bostezos de lluvia
y rayos que estallan
en ojos de modorra,
que recurren al rezo
o la fusca presta
por intrusos aguafiestas.

Los truenos cesan,
se escapa el agua
y se sueltan los temores
con el ulular de patrullas
que despierta angustias
del ahora qué pasa.

Arde el viento,
su vestido lastima
provocando penas
y lamentos hasta
en los perros
con sus presagios
siempre funestos.

Y los perros chillan,
y chilla el viento,
y yo de miedo muero.

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