miércoles, 31 de agosto de 2011

Esplendor de la locura

Gustavo Salazar Adame


De ese dulce pan siempre quiero,
su textura y su sabor reanima
cuando la tiniebla engulle,
cuando el negro humor es muero,
peste en cada esquina
impotente el silencio gime,
esplendor de la locura;
mucho pan, hasta el éxtasis,
con mordiscos de dulzura
indemne al horror quede.

En la boca miel y en los ojos deleite,
pan de amor, con furia te sujetan
a madero en vano, ultraje a la luz,
atroz muerte y ascenso de la vida;
de odios carnicería
gardenias y claveles sepultura,
fecunda semilla donde luz y sombra
se funden en alegría;
radiante de la penumbra surja
la concordia como alimento del día.

Y beber de la uva el placer de ese vino
que el alma renueva,
alumbra el camino
y de la mano siempre feliz lleva.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Falto de la rosa

Gustavo Salazar A

Si el camino son alas sin vuelo,
como mar en brama de las miserias
que se alojan en los besos de las olas,
escabrosa es la ruta de los pasos
que se gastan en nada,
torbellino que arrastra el desconsuelo,
extravío de los días,
sin remedio y sin alivio
envejece el fastidio,
del silencio y del ruido enemigo.

Delirios que en el fango tienen
sus redes de aire las huellas;
la soberbia es melodía
de carcajadas frías,
desplantes de reyes inmortales
vacuos de sonrisas, avaro de amores
y de fraternas manos escasos;
de dolores, costras indelebles,
tropieza la vida, cae a pedazos
como cristales estrepitosos y fatales.

Se levanta y los pies no lo sostienen,
se atarraga y tiene hambre,
sed, entre más agua bebe,
clama un largo beso
y luego quiere más que eso;
todo tiene a la mano,
aunque falto de la rosa
y del aroma del niño,
todo se le escurre como agua,
como a la noche la luna
que el sol alcanza, pero muere.

domingo, 14 de agosto de 2011

Levanta y anda

Gustavo Salazar A

Majestuosa presencia tuya,
Señor de pasos firmes, mano que sana,
mirada serena y radiante
como voz de tu alma,
levanta y anda.

De la noche sin estrellas
el brillo es de dagas el filo,
como dolor de viento sin danza,
lágrimas hurañas, hartazgo de frío,
la zozobra encarna
lo que deslumbra y es sombrío.

Caen en picada al foso roto
retazos de alma en agonía,
pasarela de burlonas tinieblas
de sudor y sangre glotonas,
de arrogante espera,
las rapiñas son coronas.

La muerte se goza en su abrazo fuerte,
exhausta su presa,
una cálida mano cambia la suerte,
sepulta vanidades y rencores,
aflora la confianza en la salvación
si se deja en el amor de Dios,
si el perdón es como la respiración.