domingo, 30 de mayo de 2010

Siempre paria

Gustavo Salazar A.

Precavido es el caminar,
los brazos como espejos
que la vista cansina guían
en ríos que inundan enfados,
los odios chillan sus bríos,
carcomen con su rechinar
de la ciudad la armonía.

El estrépito crece altanero,
la capital devoró su maíz
y escupió moles de acero
en honra a tiempos nuevos;
planchas de fuego se esparcen
como cáncer hasta secar
su verdor campante
y hacer del sombrero
servidor de la toga
y de los pesos sonantes.

Coraje y un tronar
de dedos la dieta,
crujir de mesa reseca,
ni agua para remojar la pena;
lágrimas resbalan hasta
el alma, refluyen en hiel
que se traga y quema las entrañas
al reconocerse paria
de todos los tiempos
al servicio de amos y socios
de bisnes y ocios.

martes, 25 de mayo de 2010

Tu nueva morada

Gustavo Salazar A

De cara al infinito,
con un lienzo oscuro
bordado de estrellas
y lluvia de rayos
de luna cubierta,
de rosas y jazmines
y pinos que bambolean
con grillos en concierto
y suaves vientos, yaces
admirablemente quieta.

A ocios y reposo ajena,
sin refunfuñar nunca
del calendario el acoso
era un torrente tu jornada;
descansas sin descanso
por las turbulencias
del temor a la nada
que tus huellas encaren;
es placidez sin gozo.
esta morada para ti.

La faena y el ahogo
jamás te coronan
con la tristeza
como tu sombra,
la risa y el optimismo
era tu caminar, entre
rosas o entre filos,
tranquila.

Pero despójate
de la pesada
carga y descansa
en esa tu nueva casa,
blanca y ligera hazla
con la confianza
de quien ilumine
el camino no será
otro más que Él.

lunes, 24 de mayo de 2010

Guerreros de ornato

Gustavo Salazar A

Un severo coscorrón
los faltistas diputados
reciben de Sebastián
por brillar en otro lado.

Ya el coco viene,
en recorte a la dieta obesa
o el impaciente suplente,
y eso no es poca cosa,
advierte airado el comandante
I am zorry De la Rosa.

La incógnita es si tales
de la indolencia ases
en su “alta investidura”
de titanes de la nación
acatarán su ley interior,
o como otro punto de acuerdo,
por atentar contra el fuerazo
de varón o de cuerazo,
dormitará en el basurero:
¡Sigan más años de gozar
con la pobreza de Guerrero!

domingo, 23 de mayo de 2010

Siempre espero

Gustavo Salazar A

Aliméntame como cuando niño,
quiero recordar en ese aliento
que te derrama impetuoso
en torrente de seda
el dulce de tu cuerpo.

No se fatigan sin reposo
en tus soberbias cumbres
mis hambrientos ojos,
agitados, fuera de sí,
claman una migaja,
sea calma un rato en mi.

Mis manos, áridas, tristes se miran,
el sello de tus labios las desespera
ávidas de alcanzar tus lomas,
de sembrar tus llanos,
tras tus faldas vuelan
con la pasión desbocada,
exhaustas te alcanzan
mis tenazas de fuego,
mueren, y brotan con el beso
y un te quiero en la boca,
que impacientes esperan.

En ese letargo mi eterno grito calla
tu cómplice el viento cruel,
y sin aliento a mis señales
la ira estruja mi pecho;
mi vida huye de brazos
fantasmales;
preferible mil veces la agonía
de cerca verte aunque muy lejos
esté la dicha de tenerte.

martes, 18 de mayo de 2010

Gloriosa guía

Gustavo Salazar A

Con las manos recogidas
como paloma en el pecho
y la cabeza inclinada
en su costado,
en pantalón de mezclilla
virgen benevolente
paz esparcía
en las miradas.

Del extravío sale
cuando se le presenta
con suave semblante
y su alma aligera.
La calma de golpe le llega
con la oscuridad
que se desvanece
y entonces revela:
es luz que reanima,
es quietud, es fuerza
que Dios le envía
para asirse a la vida
con amor y alegría.

domingo, 16 de mayo de 2010

Cuestion de honor

Gustavo Salazar A

Al destornillado orador,
su mano de esponja aferrada
a una copa de licor,
le cuelgan como corbata
los hilos de desmayada baba;
una mosca en ese chorro
se atasca, como si en tibia
cascada sus patas columpiara
para alcanzar las estrellas
y emprender en ese tapete de luz
el viaje más sereno y bello,
la mosca lamenta salir
del sueño y torea la pesadilla
de zafarse o morir
de una congestión ajena
de tequila, güisqui y bacardí.

Yo ni sé como llegué hasta aquí,
deplora su mala facha
ante el osado escuadrón
de letrinas y garnachas,
que acude en su auxilio
para evitarle cirrosis de muerte
en concurrido salón, de tangos
y muchos tragos, sede de vagos
con ínfulas de Bonaparte.

El orador, con el vaso en la mano
y en la mano la frente, enloquece
y a la mosca destaza de un mordisco.
Mi honor está en juego, aclara.
No permito que nadie me robe
mi más preciado tesoro,
mis hilos de plata,
y para recuperar la sangre
que ha libado de mis ojos:
¡como botana la devoro!

miércoles, 12 de mayo de 2010

Venganza

Gustavo Salazar A.

Despide fuerte aroma
de rocío de amor reciente
ese cuerpo de enmarañado pelo,
cómplice cae en pecas
que se esparcen en hombros
ansiosos de saborear
los suspiros del cálido deleite.

Apunta, avanza el crespo velo
hacia senos en fatiga, dan vida
al recuerdo las nostalgias,
trasuda lumbre toda ella
al contemplarse en urna de cenizas
devorando con manos y ojos
las caricias de desvelo;
se rebela a existencia fantasmal,
como adorno consumirse en hielo.

Majestuosa escultura de mujer
con gracia envejece, sin tregua,
y promete rico festín: extraerle
a esa fruta verde más que la miel:
lluvia de mar y estrellas los besos;
ávida de entrelazar sin rutinas
los deseos, borbotón de fantasías
escurre por melosa piel.

Alejado de ornatos su rostro,
bellas son sus huellas y canta
libre de congojas sus amores
de contrabando; ella rico postre,
quebrantos el culto a la diosa
encantada del desencanto.

Su mirada serena retiene las llamas
que las palabras le queman,
las extingue con más fuego
en venganza de manos sin habla,
que confinan el amor a sumas
y restas, la devoción a ultranza
de ganancias, asesina de sonrisas
por codicia, con creces cobra
con tremenda carcajada ajena
sus intereses.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Rosa Paradise

Gustavo Salazar A

En la res pública versado,
con argumento sobresaliente
en el Congreso propuso
el adormilado compareciente
su idea sin sonrojo:
para atraer turistas,
nada como ocultar del estado
lo negro y lo rojo.

Del cielo todo necesitaría
el secretario Escalona
para encubrir en Guerrero
la pobreza remilgona,
si en sus manos recayera
la conducción del yate entero.

Tal vez el jefe Ernesto
en atraer buques y aviones
repletos de divisas falle,
pero en políticas públicas
su gran aporte es una delicia:
no se requiere de estadistas,
sino de un arco iris
de excelsos muralistas
que suplan lo rojo
de levantones
con rosa nais
los reventones
desde Casa Paradais.

domingo, 2 de mayo de 2010

Lirios de ignominia

Gustavo Salazar A

Con festejo de risas y abrazos
la burla consumada fue
con pasarela rellena
de arrogancia, simulación
y sopor, y el humor
de excelsos comediantes
en papel de tristes congresistas,
resalta como lo mejor.

Inicia con ruidos de motores
y escoltas en minuciosa revisión
de aire y de moscas para frenar
de la discordancia la intromisión,
un lunes que el tedio aburrido
en el salón de charlas como turista
playero sabroso dormitó.

Atuendos de lujo, aromas
que por el precio enamoran,
duelos de egos, poses
de inmortales en exclusivo circo
de estrellas, de canicas el brillo,
con cascadas de palabras
en tumbos flageladas.

Desairadas de alegres fiestas,
pasarela tu velo fue no de ceremonia
de velorio siquiera, menos de lamento
por lluvia de calores, sino de actores
en agua estancada, lirios de ignominia
en salones blindados con oros.