Sinfonía infinita

Gustavo Salazar A.

Nubes muy blancas danzan
al son de arpas, cítaras y clarines
los himnos del rey David
en honra y gloria al Salvador
de aquellos que las flores y la poesía
en su corazón son amor.

Las estrellas con sus guiños
y la sonrisa de la luna
en la fiesta del universo
las alabanzas al Padre las unen.

Sinfonía infinita en la que resplandece
el amor filial como besos del sol al mar,
vals que en su arrullo la paz fortalece,
a pesar del imperio del metal.

Más brillante que todos los rayos
el eterno día de la concordia.
Con alas y cantos a la Gloria,
el reino del Cielo en la tierra va.

El alegato de don Gastón

Gustavo Salazar A

Le dicen que es hombre bueno,
de corazón amplio y sereno,
de sueños y tragos largos.
De saliva los sirve amargos.

Como don Gastón,
con dinero combate cualquier
arrebato bien presto,
pero a la mera hora
la lengua se le atora.
Es puro pico de alegato.

Sin motivo promete viajes,
ir a las estrellas;
de las noches, es cierto,
alegran sus desplantes
ya sin pasaporte
al planeta del abúlico dedo,
porque Cuauhtémoc
en revancha le quema las patas.
También le birla la plata.
Y de un paro lo fulmina la resaca.

Angustiada su alma
busca un hielo,
una soda siquiera,
algo que refresque la pena.
La cruda es peor que el infierno:
la expulsión del paraíso sin VISA,
sin Eva ni gueva de paga.
Con encuesta o sin ella,
garantiza el triunfo con el apoyo
de Baco como metralla.

De plástico el ego

Gustavo Salazar A.

Anhelo de alcatraces y lirios
son rosas rojas,
orgullo del gran salón
de aromas y primores;
de pechos y nalgas
que diestras manos
de plástico alimentan el ego.
Sin canto de las aves al sol
o noches con ansias
de besos de la luna,
pétalos en busca de ramo,
de humo es su olor.

Renace soberbia la flor,
con baños de oro
cual diosa se complace.
Mas se diluye como la mujer de Lot
en charco de sal.
La tierra escupe su sabor,
como boa al paladar.
Reniega de la cuna final:
puro lodo, todos.
Suya siempre su pan.

Insalubre cacicazgo

Gustavo Salazar A

El frente frío
ardidos a los paisas
de Chilapa deja.
Un gran estallido
en cientos de bacinicas
es alojo de ese chorro
de intoxicados.
Culpan a los tacos insalubres.
Mas bien la ubre
como pago al cacicazgo
provoca el hartazgo.

El PRI de pocos

Gustavo Salazar A

El PRI de pocos
vuelve a las suyas
con el agandalle
de federales sillas.
Eso pretende intoxicando
con las caras de siempre
a los iracundos votantes.
Pero esa afrenta
derrotas le acarreará,
pues en bandeja de plata
el pozole de Chilapa
y de Toluca la botana,
fuerza al PRD inyectará.

¡Sí, señor!

Gustavo Salazar A.

Y si es daño a Guerrero
el político prepotente
y alguno que otro ratero,
el problema es delicado
si un mortal a esos vales
se los topa de frente.
En esos casos salga
do re mi fa sol, la escala
del dos por dos son tres para ti
y uno para mí, en estricto rigor.
¡Sí, señor!