Balcón

Francisco S. González

Y SI EL diputado federal perredista Víctor Aguirre Alcaide encubre a un criminal, ¿qué sanción merece?
La familia de una menor violada por un comandante policiaco de Tlapa sostiene que Aguirre Alcaide expidió una constancia de buena conducta al sujeto que purga en prisión una condena por violación.
Pero no paró ahí la buena voluntad del diputado perredista hacia el acusado, porque también le extendió otro documento donde consta -según el diputado- que el comandante estuvo en la oficina que el legislador Aguirre tiene en la ciudad de México, el día que ultrajaron a la menor originaria de Tototepec, comunidad del municipio de Tlapa.
La familia agraviada argumenta que el padre del violador es dirigente de Polo Guerrerense de Izquierda en Tototepec, poderosa corriente que lidera Aguirre Alcaide en La Montaña, y por eso protege al criminal.
Protección que cobrará en votos en su campaña por la presidencia municipal de Tlapa, que ya está encima.
El comandante está en la cárcel y Aguirre con la incontinencia de expedición de documentos, grita que el jefe policiaco es inocente.
Y si la cárcel confirma la culpabilidad de su cliente político, ¿qué sanción merecerá el congresista?; no habrá problema, no pasará nada porque la impunidad para esa estirpe es ley.

CON TODO, pero con todo regresa el ex alcalde Rufino Vázquez Sierra a la política activa.
Su propósito es rescatar el ayuntamiento de Tlapa, administrado por el PRD, y en esa tarea tiene el respaldo del liderato indiscutible de Javier Morales Prieto, para llevar con éxito su cometido.
Y en esas está.

EN ESO de consentirse, los diputados federales no conocen límites. Nos cuentan que, impresionados por la nitidez de las imágenes y la brillante resolución de los colores propios de las televisiones más grandes del mundo (de 102 pulgadas, lanzadas recientemente por una compañía japonesa), los legisladores no dudaron en comprar dos televisores de plasma que cuestan un millón de pesos cada uno.

CON EL agandalle del IFE por parte del PAN, PRD y PRI, pocas son las posibilidades del maestro Max Arturo López y del político Arturo Martínez Nateras de alquilarse como consejeros.
La mafia del llamado G-3 ya se repartió el pastel y se lleva la mayor y mejor parte.