Balcón

Francisco S. González

LA exquisita y variada comida de Tierra Caliente será ofrecida en cena el próximo jueves al senador Ángel Aguirre Rivera en el domicilio de la empresaria Blanca Mireya González Hernández en Arcelia.
Veinte comensales tendrán asiento en la mesa de caoba con hilos dorados, manteles de seda y lámparas de bambú de la Montaña, mesa que lucirá esplendorosa los platos de frijoles rojos relleno de patitas de cerdo, chicharrones en salsa verde a la brócoli, sopes con pollo de res y vinos con agua de jamaica de Sahara.
Cierto que la gorra no será tal. Porque doña Blanca ya merece la presidencia municipal, aunque su príncipe con suerte, José “Ché” Calderón Castillo, de rodillas le suplica que sea él quien repita en el cargo, que ya ocupó, vació las arcas, estrenó novias y regresó con el perdón en las manos a casa, pero hizo perder a su partido, el PRI, encumbrándose desde hace rato el PRD en la administración. Y claro que aún así aspira, porque el llamado del dinero es más fuerte que la dignidad.
En lo que sí no hay dudas, es que el famoso Ché se llevará otra vez entre las patas a su cuñado Ernesto, aspirante al Congreso de la Unión, en el consabido “ni come ni deja comer”.
Bueno, al siguiente día de esa cena, Aguirre Rivero presentará su informe de labores en Ciudad Altamirano y en Tlapehuala por la mañana; por la tarde en Iguala, con la presencia solidaria de su amigo y hechura política, Lázaro Mazón Alonso, otro mártir del ramo 33 como presidente de Iguala.

A PROPÓSITO, después de rendir su informe de labores el jueves pasado en Taxco, el Senador Aguirre Rivero se reunió en el restaurante la Misión con un selecto grupo de diputados locales, sus leales: Jorge Salgado, Manolo Saidi, Guadalupe Gómez Maganda, Silvia Romero y Ricardo Moreno. Ni uno más entra, fue la orden.
Sin embargo un dato se filtró a Balcón, que ya no es novedad la versión aunque tiene dos aspectos novedosos.
Que Aguirre aspira, y respira, a la gubernatura, ya se sabe por todos. Pero algo flotaba sin confirmarse: “con Añorve forman equipo y el arreglo será que primero va Ángel y después Añorve”.
La sorpresa, agárrese: es el presidente de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, con quien Aguirre teme enfrentarse en contienda interna, porque los demás mencionados no le hacen ni cosquillas.
Y si los apóstoles propalan fragmentos de la conversación del jueves en comelitona, será por el inmenso capital político de Astudillo, digo.

EN VARIOS diputados federales guerrerenses hay molestia en contra su lideresa Beatriz Paredes. La acusan de la división que el conflicto electricista provoca en el partido por no haber fijado, una semana después, una posición oficial del CEN priísta. “Beatriz una vez más rehuye comprometerse y fijar una posición clara del partido”, argumenta el legislador que cuestiona el estilo “escurridizo” de la Paredes porque no es la primera vez que provoca divisiones.

CON muchas deferencias los priistas de Coahuila tratan al diputado Mario Moreno Arcos en su calidad de observador del proceso electoral que se llevará a cabo mañana domingo por los ayuntamientos. El ex alcalde de Chilpancingo está atrincherado en Torreón, municipio que recuperará el tricolor, que arrancará al blanquiazul.