jueves, 25 de octubre de 2012

Chicos de Mochi

Gustavo Salazar A
 
Isaías y Oscar son unos chicos
que transpiran simpatía,
como amor de su vida
la política es su gozo,
ausentes de ella
fantasmas son,
Adán sin edén,
hembra sin varón.

Regresar a la alcaldía
pretendió uno;
el otro, al Congreso ir.
El reto era el voto.
No importa, a granel,
aunque no sea poco
la compra es mejor.

Qué pasó, pregunta la Calaca,
y misericordia pide
para sus niños
en las urnas despanzurrados:
un beso, una caricia o un guiño,
algo a esos que del erario
con fervor hacen patria y pesos.
Algo, de sus santos la gracia,
de los pueblos males,
por los siglos de los siglos
mares de desgracia.

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