miércoles, 2 de mayo de 2007

Doble moral de alcalde Taxco

Francisco Rojas
Sospechosa es la actitud del alcalde de Taxco, Ramiro Jaimes Gómez, en su relación con el Congreso local, doble cara.
Muy presto atendió la propuesta de los congresistas para ordenar un operativo que retirara el ganado de las carreteras, para evitar accidentes fatales a los conductores de vehículos.
De halago fue la reacción de los legisladores por la rápida respuesta del panista Jaimes Gómez. Gobernante sensible e inteligente, con futuro, opinó a la prensa uno de ellos.
Diametralmente opuesta es la postura del primer edil ante el llamado del Congreso. De buenas maneras le solicitaron una investigación y actuar en consecuencia por el lamentable caso de un grupo de jovencitas mancilladas por su comandanta de la Policía Municipal.
Se trataba de alumnas de una escuela secundaria que, por una riña menor entre ellas, fueron enviadas a barandilla.
En esas instalaciones la comandanta las intimidó, las desnudó y les ordenó hacer sentadillas, entre otros ejercicios supuestamente –afirmó esa fulana- para ver si no traían armas, si no escondían algo en el cuerpo las jovencitas.
Esa fue la respuesta que al personal docente y padres de familia que acudieron a barandilla a liberar a las muchachas dio la comandante, que a leguas derrocha morbo y lujuria por las menores.
Y cuál es la postura de Ramiro Jaimes Gómez, alcalde que intenta vender la imagen de hombre de Biblia y Rosario, ante el Congreso.
De desdén.
"El Congreso no tiene porque darme órdenes a mí".
¿De verdad defiende su autonomía mal entendida?, se preguntan los diputados.
Defiende los negocios que tiene con el director de Seguridad Pública Municipal, Julio César Colín Angel, originario de Toluca, Estado de México, y su coordinador de Seguridad Pública, Oscar Fernando Castañón Carvajal.
Desde que esos tipos llegaron a Taxco como jefes, empezaron los robos de autos y en casas habitación, en esta apacible ciudad ajena a la delincuencia, comentan los ciudadanos.
Y van más allá.
Piden que se investigue al presidente municipal por las relaciones peligrosas que tiene con ambos personajes, en perjuicio de esa población.
Porque esa ambivalencia del alcalde Jaimes Gómez ante el Congreso no descansa en Padrenuestros o escapularios.
Se trata de negocios, bisness.
"Político pobre, es un pobre político", pertenece a esa estirpe, sus hechos hablan.

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