Balcón

Francisco S. González

SÍ HUBO complot contra la congresista del tricolor, Erika Lürhs Cortés por parte de sus compañeros de fracción.
De trece diputados doce se opusieron que la acapulqueña tuviera la responsabilidad y honor de exponer la postura de su partido por el tercer año de gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo.
Sus reiteradas inasistencias al Congreso fue la razón objetiva, porque campearon fuertes consideraciones personales. Y ella se enteró a tiempo pero no pudo revertir el veto.

EL PARTIDO Nueva Alianza Nacional estrenó el sábado pasado Casa de Gestoría en Malinaltepec, que es atendida por Miguel Ángel Ruiz Avilez, porque asegura que el Panal ganará ese ayuntamiento por causas bien fundadas, entre ellas la falta de obra pública y las ausencias del alcalde, Zótico Jerónimo García, que flota entre Chilpancingo y Tlapa.

UNA amenaza se cierne sobre la realización de la concentración cenecista que se llevará a cabo el próximo sábado en Tlapa.
El líder de esa central en la entidad, Ramón Díaz Tornez recibió de frente la advertencia del diputado Sofío Ramírez Hernández:
Si no tomas en cuenta a mis candidatos a presidentes y a diputados, te boicoteo tu acto de Tlapa, así estén allí presentes Cruz López Aguilar –líder nacional campesino- y los ex gobernadores -René Juárez Cisneros, Ángel Aguirre Rivero y don Rubén Figueroa Alcocer.
Hasta ahí, en baladronada, este asunto, por el momento.

LA TARDE noche del viernes, después del tercer informe de gobierno, en un restaurante de Zumpango charlaron por largo rato el secretario Armando Chavarría, el coordinador de los diputados locales, Carlos Reyes Torres, y el legislador federal César Flores Maldonado.
El tema no fue el choro incruento, banal del diputado Ramiro Solorio, ¡Bah! Pero sí algo más interesante, por la concentración de los susodichos personajes en el tema.

EL PACTO, el supuesto compromiso a la inglesa contraído por los legisladores priistas Esteban Albarrán y Raúl Tovar, se precipita hacia el Pozo Meléndez.
Como caballeros de pipa y guante firmaron de manera oral, con pura salivita, una intención que le permitió caminar en el Congreso como muy cuatitos.
Raúl para la presidencia de Iguala y Esteban para la diputación federal, por voluntad divina.
Pero el canijo tiempo se les cayó encima y la inevitable realidad empezó a quitarle lo inglés a ese pacto.
Ahora ambos buscan la presidencia municipal y traen un disimulado pleito que más temprano que tarde aflorara, sin importarles perder el glamur.