Balcón

Francisco S. González

LA PITONISA Giovannita, en sus predicciones para el 2009 vaticinó la muerte de un famoso cantante a quien se le erigirá una estatua en el puerto de Acapulco.
Los comentaristas de espectáculos aseguran que se trata de Luis Miguel, por sus residencias en dicho puerto, que visita con asiduidad.
Sin embargo, se supo que el ayuntamiento de Acapulco honrará este año con una estatua al cantautor guerrerense Joan Sebastian, orgullo nacional.
Habrá que recordar que doña Giovannita acertó en su vaticinio sobre los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu, aunque en otras predicciones falla más que el seleccionado nacional de fútbol frente a los gringos.
PARA qué sirve un punto de acuerdo parlamentario.
El legislador priista Francisco Javier Torres Miranda afirma que "se trata de un llamado a una autoridad para que corrija alguna anomalía".
El susodicho legislador, en una de sus tantas excursiones en tribuna, expuso hace un mes un punto de acuerdo:
Que el gobernador instruya a su secretario de Gobierno para solucionar el problema que reclaman los perredistas de San Marcos: correr al presidente electo del PRI.
Se supone que el gobernador, más rápido que la energía eléctrica, se dirigió al despacho de su secretario e instruyó: toma el primer avión a San Marcos y soluciona el problema, porque está presto para atender las vaciladas de la mayoría de los puntos de acuerdos.
Simples ocurrencias. Como el exhorto al presidente Calderón para que instruya al titular de la SHCP, Agustín Cartens, "establecer un programa emergente de estímulos fiscales a las empresas, en especial la reducción del Impuesto sobre la Renta y Empresarial a Tasa Única (IETU), con el objetivo de disminuir el desempleo".
Y así procedió el presidente Calderón, porque capaz que le retira el habla la dueña de dicha orden, la legisladora Gisela Ortega Moreno.

DUEÑO de otros humos, el junior Omar Jalil Flores Majul, en sus ansias por encaramarse en el Congreso de la Unión utilizando la escalera del PRI, recomendó a la ex diputada Flor Añorve solicitar su inscripción en el Afore y dejar en paz a los votantes.
En cambio, a Abraham Ponce y a Juan Manuel Santamaría, les recetó tomar clases de baile y canto para que impartan dichas materias en las escuelas de su propiedad, se relajen y se desvanezcan sus temores de oro y ocio.