Balcón

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Francisco S. González

UN millón de pesos mensuales recibía Abraham Ponce Guadarrama en su calidad de coordinador de la fracción priista en el Congreso de Guerrero. Un poco más, como grupo mayoritario, el jefe del PRD Carlos Reyes Torres, de noviembre de 2005 al mismo mes de 2008.
Respecto al tricolor, la ex diputada Flor Añorve Ocampo deslizó hace pocas horas durante una "comida de partido", algo muy candoroso:
"Obligamos a Abraham que repartiera entre los 17 legisladores ese millón mensual, porque todo se le estaba quedando".
Y el pastel se repartió.
Y ese gusto por la repostería habla también del soterrado pleito, éste entre Eric Lurhs Cortés y Fermín Gerardo Alvarado Arroyo, que de pastel de tres leches llegó hecho batidillo por la apropiación de 350 mil pesos mensuales para gastos de la Comisión del Instituto Parlamentario.
(Y en el PRD qué pasó.
Todo degustó Reyes Torres, o convidó a sus feligreses en tajadas iguales o galletitas Marías les aventó para engañar el hambre).
Sería una inocentada la revelación de la ex legisladora Añorve o clavarle un par de banderillas para provocarle dolor al actual mandamás de la fracción priista en el Congreso.
Porque el diputado Vicario enfrenta ya una rebelión entre los suyos, que se resisten a seguir recibiendo güisquis y carnes del restaurante La Mansión como mochada, como sopas para borrachos, según la liturgia etílica.
Mientras tanto, a dos semanas de la ceremonia del
cuarto informe de gobierno habrá que paladear el desenlace de éste capítulo, uno más de la infinita telenovela que refleja el incomprendido sacrificio letal de algunos legisladores por la patria chica.

OTRO melodrama es el que narra los desvelos del alcalde de Ometepec, de un empresario embadurnado de perredista e inmiscuido en líos no de faldas sino de muchos millones de pesos con la legisladora priista Aceadeth Rocha, poderosa empresaria, al PRI gracias.
La asignación de obras para sus respectivas empresas constructoras y la venta del fertilizante en la región de la Costa Chica explican la pugna, que según algunos solaztequistas avivan los legisladores priistas en puja por la diputación federal.

EN la contienda por la diputación en el distrito 02 con cabecera en Iguala, dos son las sopas:
O gana Vicario o pierde el PRD.
Falso silogismo hecho realidad.
Si triunfa con la fuerza del abstencionismo Esteban Albarràn, gana Vicario, pero si el desencanto ciudadano se pronuncia por el perredista Justino Carvajal, también gana Vicario. Porque él es el propietario de los muñequitos.

ES notorio que Germán Martínez, líder del panismo nacional, ya agarró de sus tarugos a los propietarios nacionales del PRI. Los zurra y vomita, se mofa y los tiene en la lona, y ellos no saben cómo reaccionar.
Están en la calle y con ganas de llorar porque siguen en las encuestas a la baja.