domingo, 5 de abril de 2009

La tía Nacha

La tía Ignacia.
Gustavo Salazar A

Mi tía tiene los ojos color del alma,
su mirada que aroma amor
alegre alienta cumplir la jornada
en sus afanes diarios batallador.

Y si esos ojos se sienten atenazados
por angustias inseparables del vivir,
esos ojos, silentes y faros,
arrecian sin mengua de fe su servir.

A su paso esos ojos derrochan porte,
arrancan exclamaciones de admiración,
mas esos ojos con suave sosiego
imponen calma sin vacilación.

Esos ojos de magia,
que derrochan vigor y armonía,
esos son los ojos claros de mi tía.

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