lunes, 16 de noviembre de 2009

Gaby

Gustavo Salazar A.

Gaby tiene los ojos chinitos
y sus ojos de cándida niña
destilan amor y brillan de alegría.

Ella gusta con sus calificaciones
y reconocimientos tapizar
su mirada indeleble; con lamentos
y sueños, del destino el viaje guiar.

Gaby ha enfrentado retos, en silencio,
que jamás su alma de niña imagina.
Con madurez los encara, sin temores
de esos que aniquilan la calma.

Quiere mucho a sus abuelitos y a sus tías
no les escatima cariño. Es en la cima
donde corona adoración por su madre,
por ella idolatrada, y la colma de mimos.

Jovencita ahora, Gaby ya sabe que la vida
es un maratón sin meta, a veces. Sea mano
amiga, mente alerta y constancia la tuya,
es pan divino. Y si es con humor, qué envidia.

Aprende del dolor, y de las caídas ¡levántate!
Y roba a las rosas rojas la fragancia de la pasión
por una vida plena, que te honrará honrando
siempre lo más preciado por ti.


Gustavo Salazar Adame

Chilpancingo, Gro, 14 de noviembre de 2009.

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