Sueños de queso
Fidel Flores P.
Del Congreso un par se muere
por devorar más sabroso y fresco queso
en botanas o en suculentos guisados,
pero ambos en esa mesa ni flameados.
No es repulsión mutua la suya,
se trata de la tutoría por desaseo de esa casa.
Lo ilustra el desacato, el ninguneo
para el solemne parloteo.
Tontera es detenerse en tales chifladuras,
porque si engullirse el queso es un arte
más lo será sin caer atarragarse.
Nadie se alarme por ardores y gases,
galenos hay vastos y gratis, diestros
en sanar a glotones del queso.
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