miércoles, 18 de mayo de 2011

Una gota de rocío.

Gustavo Salazar A.

Fresca y dulce llegue
una gota de rocío
a los pastos tristes;
sea eterna, lave odios,
los rencores purifique
y retoñe vigorosa la armonía;
la paz en los corazones
nunca más huya aterrada
como presa de leones;
triunfe sobre el hielo la vida.

La dulzura de esa gota
borre las imprecaciones
de las bocas de fuego y ajenjo
en su lastimoso pulular;
sin sosiego,
en llamas aquí y allá
sus dentelladas escarlatas
anegan valles y veneros;
abundantes las cosechas
en sales y soledad, el trofeo.

Esa gotita,
en el camino de brasas
penetre honda y fresca,
y más que esperanzas
broten de sus cenizas
dalias, jazmines y rosas
que esparzan en sus arrullos
la gracia de Él como forjador,
sobre todas las cosas,
de la civilización del amor.

No hay comentarios: