Balcón

Francisco S. González

DESPUES de casi treinta horas, con sus respectivos recesos, por fin se había llegado al acuerdo de postular al diputado priista Sergio Dolores Flores como candidato de unidad al ayuntamiento de Chilapa.
La negociación inició después del mediodía del domingo en Chilapa, con la insistencia llevar al combate electoral a la ex senadora Verónica Muñoz Parra.
Fue hasta el lunes por la tarde, en el restaurante El Tecuán, cuando el grupo de la región Norte cejó en su propuesta y aceptó que Sergio Dolores Flores abanderara la causa priista.
Pero como de la sopa al plato se cae la boca, al cuarto para las doce de ayer los representantes de poderoso ex gobernador, como perredistas de antaño, desconocieron el acuerdo y exigieron que la ex senadora, ex secretaria de Salud, ex diputada local y federal y ex alcaldesa, ocupara la sindicatura, la arroparan con el fuero para librar unas danzas.
Además, a manera de IVA pidieron la dirección de Obras Públicas y poco falto para que la dirección de Sanitarios en ese pliego petitorio ocupara un lugar de primera línea.
Lo entrampado, tedioso y ríspido de la negociación, en oídos de los aspirantes perredistas al ayuntamiento cayó como aroma de revancha y triunfo.
"Si los priistas se dividen, ganamos, pero si llevan a Verónica como síndica hasta las dos diputaciones nos llevamos de viaje", festinan "tres tristes tigres ex priistas y un oso de polo".

REUNIDOS en el comedero político de moda, en el restaurante La Mansión, el dirigente de la CNC en la entidad, José Ramón Díaz Tornez sirvió a sus pares campesinos el postre y después los aperitivos:
Por falta de recursos -poco más de cincuenta mil pesos para comprar el derecho de admisión al show de la contienda interna priista-, no iré al Congreso.
Y los mariachis callaron.

EL COMENTARIO entre la tropa no era otro más que la petición planteada a Héctor Astudillo Flores por su dolor de cabeza… ¿hasta ayer?
La candidatura por el distrito 15 para la sindica Teresa Miranda, la sindicatura, dos regidurías y otras chácharas.
El acuerdo, al igual que los cetegistas con sus cavernícolas y carnívoros métodos de lucha, no prosperó.