La influenza en campaña
Fidel Flores P.

Ya están librándose las campañas,
pero los que van al Congreso
no se intimidan con las mucuosas
o con las carreras digestivas
de la influenza en sus embates,
sino por los virus de la apatía
que aniquila a indemnes suspirantes
en las urnas embarazadas de hastío.

Ya vienen los candidatos,
con tapabocas bien uncidos.
¿Para evitar contagios salivales?
¡Es para contener diarreas orales!
Y untados también con gel matabichos,
y sobrada razón les asiste,
porque muchas manos de pobres
con saludos por una despensa persiste.

A sabiendas que de la influenza
portadores son los amos y señores
de la verborrea de boca suelta,
marcha marchita la campaña.
Esa que mañana y ayer, y siempre,
desde el Congreso federal
se luce con rollo inmoral
para fulminar sin recato a la gente.