miércoles, 10 de octubre de 2007

Balcón

Francisco S. González

HASTA el agua turbia refleja con nitidez que el dirigente del PRI de Tlapa, Willi Reyes Ramos, se aventó a los brazos de Ángel Aguirre Rivero, sin decir adiós a Héctor Astudillo Flores.
Es claro que de ese paso no surgirá el alcalde de Tlapa en el 2008, porque el tricolor se extingue en ese municipio por falta de liderazgo y de cuadros.
Y aunque el Willi tenga buenas intenciones y mucho dinero, carece hasta de compromiso social, de identificación con las familias de tortillas, frijoles y queso, porque la grilla es su pasatiempo.
O qué explica que los priistas emigren al Panal o al PRD.

SOCIOS de la revuelta, la familia García organiza y encabeza las movilizaciones a favor de las familias afectadas por las inundaciones de la laguna de Tixtla. Pero también llevan agua a su cisterna.
Jorge García Hernández, promotor de Todos Contra el Alcalde de Tixtla, fungió como regidor en la administración de Edgardo Astudillo Morales y como director de Prensa de la administración de Jorge Vargas.
En la actualidad lidera la corriente Nueva Izquierda en ese municipio y se promueve como dirigente de la CETEG, y por lo pronto aspira a sustituir al primer edil Rogelio Nava, o regresar el próximo año a la regiduría porque le encanta "servirle" al prójimo.
Mientras tanto, el profesor y presidente del comité de damnificados, Emilio García Poctzin, promueve más bloqueos a la carretera, con el pretexto de lograr el traslado de enfermos al puerto de Acapulco.
En esa frecuencia, Cirina García Silva, la única damnificada de la familia García, pasa la charola a todos los afectados para que se persignen con cincuenta pesos cada uno, para la causa.
En su exhorto a favor de bloqueos y plantones, la familia García omite informar que la presidencia municipal ya aportó cien mil pesos para la atención médica de los quemados.
Y callan porque intentan renacer el problema, avivárselo al ayuntamiento y pescar en ese río revuelto regidurías y cargos directivos, porque les encanta "servirle" a la gente.

QUIÉN entiende al profesor Jesús Muñoz Santos, director de la UPN Chilpancingo-Chilapa.
Le jura amor eterno a José Calixto Díaz, con caricias y besos polacos, y tres días después le asesta una puñalada trapera al declarar en la prensa la guerra al dueño del SNTE y revelar sus coqueteos con Félix Moreno, dirigente de la CETEG y enemigo mortal de chiste de Calixto.
Por supuesto que Calixto perdió el habla y el apetito al enterarse que el profe Jesús le ha dado la espalda de la manera más cordial, ya que el directivo de la UPN y Fèlix son como Robin y Batman en lucha contra el mal.

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