Balcón

Francisco S. González

COMO BUEN Lazarillo de Tornez, el dirigente de la CNC en la entidad sigue al pie de la letra las indicaciones de su ex financiero y guía moral.
Don José Ramón ya anda en las vueltas preparando el regreso de Héctor Vicario Castrejón al Congreso local, por la puerta trasera, la pluri, para no sufrir afrentas ciudadanas.
Ya con la curul en la bolsa, Vicario considera que sus maniobras ante propios y extraños le permitirán apañar la presidencia de la Comisión de Gobierno, propósito que se antoja descomunal porque el "ratón ignora que caerá entre muchos malos gatos", así confíe en la inmunidad que le da su felina prosapia prestada.
Aunque el acuerdo inicial era que don Ramón iría al Congreso –nunca se imaginó que por los refrescos-, Vicario ya le prometió a cambio de la curul una regiduría en el puerto de Acapulco, porque aún sueña ser "señor de horca y cuchillo", como hace muchos años, un siglo atrás cuando la longaniza se amarraba con perros en Guerrero.
En fin. Bien procedería don Ramón en cruzar los dedos para que sus anhelos salgan bien, ya que el ex secretario de Finanzas, o sea Vicario, es un dechado de ardides y no sería nada raro que lo dejé chiflando en la loma en cobro eterno por la misma factura.

VENCIÓ el maestro, era previsible. El Partido Alianza por Guerrero ganó la comisaría municipal de El Ocotito al PRI, de calle.
Carlos Sánchez Barrios y equipo, con la camiseta bien puesta y sudada, con pasión y devoción, derrotó a un anquilosado y jubilado tricolor, ya para escaramuzas de salón.
Y tal parece que esa será la tónica rumbo a la municipal por Chilpancingo.

DOS ALCALDES priistas están solicitando audiencia con el senador Ángel Aguirre Rivero, molestos porque les tomaron el pelo burócratas priistas guarecidos en el Comité Estatal.
Aseguran que les pidieron una buena lana a cambio de dos candidaturas al Congreso local; abrieron la alforja, pero ven con temor que los andan haciendo tontos y por ello trinan contra el Og Mandino del PRI, quien desde atrás de la silla hace la talacha y el buen tambache.
Estas entre otras transas le expondrán al senador, diestro en el arte de escuchar día tras días, con paciencia franciscana, los milagros que saltan en la capilla priista.
Pero apechuga y mitiga males de los paisanos en desfile en ese Palacio Legislativo.