miércoles, 17 de febrero de 2010

Un resplandor

Gustavo Salazar A

Soberana indiferente,
orgullosa, esbelta,
tu pantalón blanco
te lleva elegante,
oculta, de miradas
indiscretas tu rotunda
belleza y mi delirio;
y la banca, dichosa,
tu fina piel ella sí goza,
la gloria de tu cuerpo.

Cómo anhelé ser
del jeans la textura,
extasiarme de caricias
muy muy lentas
en tu suave seda,
o siquiera en la madera
beso a beso absorberte
toda entera,
en la magia de tu frescura,
delicias de cenizas.

O ser la banqueta
donde juguetones,
en sandalias tus pies
las ansias impones,
mi invierno deshielas,
fatal a mi extenuado
corazón,
que por un instante paladea
ese sublime resplandor.

No hay comentarios: