Gustavo Salazar A
Grandes palacios
de cristales y rosas rojas
en mi tierra,
regados con asfalto
y aromas insanos
son vastos,
casi besan el cielo,
se confunden
con ramos de nubes,
con sueños de imperio;
a sus pies,
florecidos valles
las aguas candentes
hieren, hambre creciente
atenuada con rezos,
con bocados de palabras,
sin mañana.
viernes, 19 de noviembre de 2010
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