Balcón

Francisco S. González

TAL como ayer, el Partido del Trabajo (PT) tendrá de nueva cuenta en sus manos la definición de la presidencia municipal de Chilapa el próximo año.
En el 2002 coadyuvó al triunfo de Maclovio Ariza Acevedo al aliarse con el PRD.
Tres años después, sin proponérselo propició el triunfo del PRI al probar suerte con candidato propio al ayuntamiento.
Da y quita, pues.
Pero también como ayer, el PRI y su alter ego el PRD están en ese municipio descabezados, sin rumbo, alejados de los intereses sociales y en férrea pelea personal por las candidaturas a la presidencia.
Y eso refuerza el papel como fiel de la balanza al PT. Con quién irá el Partido del Trabajo.
Los ex priistas trasladaron su ring al PRD.
Saúl Acevedo Dionisio, integrado a Nueva Izquierda, riñe con su ex colegas tricolores Pablo Zapien, Eugenio Ramírez Castro, Norma Miranda González y Alfonso Ocampo Andrade.
A todos ellos les remite una respuesta más helada que una paleta en Alaska, cuando es convocado a una reunión de análisis sobre el 2008 municipal.
Ramírez Castro entonces opta por congregarse con el ex candidato a la presidencia, Martín Lagunas Muñiz y Norma Miranda, en tres como uno.
El médico Pablo Zapien, con el distintivo de Polo Guerrerense de Izquierda como pasaporte a la presidencia, cabalga solo.
Solo y también maloliente, el abogado Alfonso Ocampo desde su renuncia como coordinador del COPLADEG de la zona Centro.
Quizá por eso Chavarría Barrera alienta la presencia del abogado Raymundo Casarrubias, el as en la manga. ¿Y del cuete la mecha?
El PRI, con más oficina que partido, cansino y senil, presenta al diputado Sergio Dolores Flores.
Activo pero desarticulado, sin respaldo de las vanidades arrellanadas en la presidencia estatal de su partido, navega incierto.
Del ayuntamiento ha obtenido, por las razones que sean, el frío de la "sana distancia". Nadie media y la tensión entre legislador y alcaldesa se tensa al punto de ruptura.
Otras cartas con aspiraciones presidenciales hay, con más ganas de negociar como antaño y como siempre otros cargos, cierto que están prestas para el manipuleo.
También la corriente perredista Izquierda Renovadora saldrá muy gananciosa, con priistas con poder en reclamos democráticos.
Pero el fiel de la balanza será el PT.
"NO VENIMOS en el afán de reconocer o desconocer a nadie", clamó el diputado perredista Hugo de la Rosa, quien junto con su compañero de bancada Eduardo Martínez Padilla y el senador Héctor Bautista fue recibido en la casa presidencial por el mandatario Felipe Calderón. (Bajo reserva. El Universal.)