Balcón

Francisco S. González

SI FOX agradeció con una ida de rodillas a la Basílica de Guadalupe el escándalo del Fabiruchis en cuarto de guerra, porque apagó de los medios los sainetes del ex presidente, en Guerrero el dirigente del SNTE, José Calixto, y el alcalde de Acapulco Félix Salgado están de plácemes con los embates de los ayotzinapos.
Debido a los normalistas en sus incursiones en el Congreso dejó de comentarse el bestial enriquecimiento del sindicalista y del épico representante popular.
No obstante, fuentes cercanas al mero mando legislativo revelaron que ambos personajes serán llamados por el Congreso, para que rindan cuentas de ninguna manera ya que son la encarnación de la impunidad. Será simple curiosidad para conocer a los Forbes Nahuatl, a los nuevos mártires del presupuesto.

HABLANDO de daños patrimoniales, por cierto a cuánto ascenderán los causados en el Congreso el miércoles de ayer en ocho. ¿Será borrón y cuenta nueva? ¿Acaso el presidente de la Comisión de Gobierno, Carlos Reyes Torres cargará el muertito, como exigen los normalistas? Son meras preguntas.

POLÍTICOS de cepa perredista concuerdan en sus apreciaciones sobre la suerte de ayuntamientos como Tixtla y Mochitlán.
Del primero de ellos, con base en la encuesta realizada por Parametría, afirman que los priistas encabezan las preferencias ciudadanas y Jorge Luis Campos Espíritu aventaja a su colega ex diputado, Joaquín Mier Peralta; los perredistas no pintan en esta ocasión, hasta ahora.
Con el lema de la "venganza es dulce y apapachadora", el priista Oscar López Sánchez aventaja de calle al pupilo del profesor Delfino Alarcón Bello, alcalde de Mochitlán, ocupado más en la movida con la movida que en el decoro del encargo que ganó en las urnas.
En ambos municipios, de cara al Congreso, la ciudadanía prefiere al priista Enrique Villegas, y de lejos recuerda al neo perredista Edgardo Astudillo Morales, mencionados como aspirantes y adversarios en la lucha por el segundo distrito local.

MÁS que tesorero de ayuntamiento pobre, Miguel Santiago Sánchez apantalla como dueño de "Automotriz Malina".
De su propiedad presume cinco vehículos: un Cherokee, dos Nissan doble cabina, una Gran Cherokee y un Tsuru.
Antes del cobrar bien caro sus servicios como custodio del tesoro de Malina andaba a pie y casi descalzo.
Quién pagará los platos rotos, pues el presidente municipal, Zótico Jerónimo García, a quien un día sí y al siguiente también le ve la cara de maje y lo exhibe como retrasado mental en el ayuntamiento y ante la ciudadanía.
"Pero no tiene la culpa el indio…"