Balcón

Francisco S. González

VISTO está que los ex gobernadores de Guerrero –aclaro porque luego meten su cuchara los de otras entidades, en un mero afán de reforzar la soberanía caciquil-, no están dispuestos que Ángel Aguirre Rivero se lleve todo el pastel desde ahora hasta que pueda.
Un soberano ejemplo de ello es la propuesta del poderoso Grupo Montaña de postular al aún diputado Sofío Ramírez Hernández a la dirigencia estatal de la CNC y luego al Congreso federal por el quinto distrito.
El legislador Vicario, ducho en ganar perdiendo, ya saltó y encarrera a Yadín Villavicencio para disputar palmo a palmo dichos cargos.
Sacrificios que los renejuaristas encararán con Sergio Maldonado Aguilar –a quien deseamos pronta recuperación- o el mero Moro de Huamuxtitlán.
En Chilpancingo, en cambio, los suspirantes nada rezongan si se trata de postular como candidato a Mario Moreno, el Niño Dios del priismo de la región Centro, venerado cual Juan Diego político.
Porque si me ponen a Calvo –blofea Bertín- le gano hasta con dieta vegetariana.
Si ponen a Bertín –reta Calvo- le doy dos municipios de ventaja, porque cualquiera puede pegarle a un mocoso.
Si hablamos de Acapulco, los dinos ya alistan para el síndico electo Fermín Alvarado el megaterio –su Hummer de la época cuaternaria-, para su campaña por el distrito urbano de Acapulco
Y vaya que un ex gober sí que tiene muchos megaterios, inclusive más que la dueña de la prehistoria, Elba Esther, la mera mera ¿Doña o Roña? de la política.

NOTAS INDISCRETAS... La decisión que tome el Presidente sobre su nuevo secretario de Gobernación es vista de antemano como trascendental. No sólo por la posición estratégica, sino porque según el operador que elija, será la señal que Calderón mande sobre cómo enfrentará esta crisis. Y ya comienzan los nombres: desde César Nava hasta Josefina Vázquez Mota. Héctor Larios y Alejandro Zapata Perogordo serían otras opciones que analizan en la casa presidencial, donde hasta se ha mencionado al embajador en España, Jorge Zermeño. Pero de todos, hay un dato que algo debe significar. El único al que se vio el lunes por la noche en el Palacio de Covián fue a Zapata Perogordo. (Serpientes y Escaleras. El Universal).

CON la frente en alto la actual legislatura –el todo, porque hay sus coloridas excepciones- culmina su compromiso con la sociedad, con una leyenda que le cuelga la ciudadanía: "La peor legislatura".
Pero no habrá que llegar al suicidio por esa calificación, porque la que viene no cantará mal las rancheras.
Harapos, garras, vehículos, perfumes, joyas, modos de caminar, escupir, tragar y beber, todo cambiarán antes de seis meses los presuntos padres de la matria. Y tras venideros cuatro años de ser escupidos y orinados, como los actuales por la CETEG, rumiarán su identificación de políticos, hastiados de la inmolación presupuestal, para tratar de asirse del futuro: seré el Slim de los nacos.