Balcón

Francisco S. González

UN DEPARTAMENTO en Punta Diamante o portafolios repletos de billetes o semanas de asueto en el puerto de Acapulco con gastos pagados.
Todo. O quizá más de lo que pueda imaginar René Bejarano con tal de que suelte sin remilgos su apoyo para que Félix Salgado continúe su fiesta en Casa Guerrero, pero con las tres de rigor antes de entrar al mágico mundo de la Legislatura federal.
No obstante, el Lord de las Ligas todavía no abre boca por el riesgo de seguir chamuscándose. Aunque se prevé no que la puerca tuerza el rabo, sino René el brazo.
Y no porque le encante el dinero más que Lola. Más candorosa será la causa: tapiarle la puerta de Casa de Gobierno a su entrañable enemiga Ruth Zavaleta; los chuchos, el diablo mismo con talle de mujer, según el bejaranismo.

LA designación de Héctor Vicario como coordinador de su fracción en el Congreso tuvo dos reuniones fundamentales, el jueves pasado en la Ciudad de México.
Con Manlio Fabio, primero, y de ahí como ventisca de acémila salió a la entrevista nada menos que con la exitosa lideresa nacional, Beatriz Paredes.
Y en ambas participó el joven Jorge Salgado Parra, ya con varios ases en el juego.

NI del PRI de municipio de Tlapa, menos del tricolor estatal han tenido una pizca de solidaridad con la familia del priista asesinado la semana pasada en aquella región de La Montaña.
Bibiano Medina Lucas ni para su jefe hoy alcalde electo, Willy Reyes Ramos, ni Marco Antonio Leyva Mena, mereció una esquela o algún llamado a las autoridades a esclarecer tan brutal crimen.
¡Descanse en paz, Bibiano!
Puesto que los jefes priistas siguen en el jolgorio, pensando y saboreando el reparto de fémures, y gozando resacas ajenas por el triunfo que ese partido obtuvo en Hidalgo.

LÁSTIMA que el profesor Eliseo de Jesús fue derrotado como chamaco en concurso de canicas en la contienda interna perredista para seleccionar candidatos a diputados locales.
Si don Eliseo fuese diputado, los pobres de La Montaña ya no serían tales. El profe tenía la fórmula política, que de ninguna manera era una calca de la foxiana, esa de los famosos 15 minutos.
"Me planto en tribuna legislativa y propongo un decreto para que el gobierno del estado invierta miles de millones de pesos en La Montaña, y así se acabará la pobreza".
Pero perdió la batalla interna el profe, y La Montaña, la riqueza. Lástima Chómpiras, como dice don Rubén.